Nuestro cliente compró dos sofás por Internet, en una tienda online de decoración. Conforme lo previsto, el cliente recibe en su domicilio los sofás, cuyo montaje fue realizado por los propios transportistas. Una vez ubicados en el salón de la vivienda, el cliente se lamentó porque la compra no le satisfacía, ya que al visualizar los sofás con el resto de mobiliario, resultó que ni el color le gustaba, ni el volumen del mismo, era el idóneo para el espacio que disponía.

   A pesar de que la tienda online tenía estipulado en las Cláusulas Generales de Contratación, un plazo de dos semanas para realizar devoluciones, lo cierto, es que cuando el cliente solicitó la devolución de los sofás, la tienda online se lo denegó, toda vez que para ello era requisito imprescindible que los artículos adquiridos fueran acompañados de su embalaje, lo cual, era imposible, ya que fueron los propios transportistas, los que desembalaron y realizaron el montaje llevándose todas las cajas de embalaje.

   Presentamos una demanda, en reclamación de la devolución del dinero, con la consecuente entrega de los productos. Finalmente, con antelación a la celebración del juicio, la tienda de decoración accedió a devolverle el dinero al cliente, recogiendo los sofás en su domicilio.