Nuestro cliente acude al despacho porque ha adquirido por herencia, junto a otros familiares, partes indivisas de cuatro inmuebles. Dos de ellos, se encuentran ocupados por dos de los herederos, un tío y una prima, que se muestran contrarios a vender o a pagar al resto de herederos la parte proporcional que les correspondiese. A pesar de los innumerables y reiterados intentos de alcanzar un acuerdo con todos los herederos, con el fin de convenir un destino para los inmuebles, no resultó posible.

   Desde el despacho se interpuso una demanda de extinción de condominio, al objeto de liquidar la comunidad de bienes mediante la venta de los inmuebles en pública subasta. Finalmente se consiguió que uno de los herederos demandados, se adjudicara la vivienda que ocupaba, compensando económicamente a los restantes, mientras que el otro inmueble, fue adjudicado a un tercero en pública subasta.